Emma Calvé y Rennes-le-Château, el mito se derrumba.
Persona popular y extrovertida, Emma Calvé es la Diva que encandiló a medio mundo con su voz y al otro medio por su picardía, pero ¿cómo entra en la historia de RLC?, ¿realmente conoció a Saunière?, ¿es cierto que visitó Villa Bethania?, ¿que certeza tenemos que esto sea verdad?
Vamos a revisar los documentos que tenemos por orden cronológico y ver que es lo que tenemos sobre este asunto.
1962 – Primera mención
Emma Calvé entra por primera vez en el mito de Rennes-le-Château de la mano de Robert Charroux en el año 1962, con su libro «Trésors du monde, enterrés, emmurés, engloutis«. Este libro es el primer libro que se escribe sobre este misterio, si bien antes encontramos a Jean Girou en 1936, no es hasta la aparición de este libro de Charroux que empieza a plasmarse por escrito «el mito», aquella primera historia que Nöel Corbu, propietario del Hotel Restaurant «La Tour» abierto en Villa Bethania, narraba mesa por mesa y que posteriormente hacía auditar a sus comensales en un magnetófono. En este libro podemos ver en la página 279 lo siguiente:
«A vrai dire, d’autres belles partagent aussi le coeur du nouveau milliardaire. On a avancé les noms d’Emma Calvet, de la belle comtesse de B. et de bien d’autres!!»
«A decir verdad, otras bellezas comparten también el corazón del nuevo millonario. Se han sugerido los nombres de Emma Calvet, la bella condesa de B. y de algunas otras!»
Ningún comentario más sobre la diva, pero llama la atención como Charroux le entra en escena: que otras bellezas – aparte de Marie Denarnaud – comparten el corazón del cura y «On a avancé…», es decir, nos sugiere, nos avanza como una primicia como posible dato el nombre de Emma Calvé.
Pero en esta primera mención escrita lo único que existe es una suposición, pero ¿a que se debe? Sigamos y al final descubriremos el origen de esta suposición. Pero primero veamos como el tema se va embrollando sin evidencia alguna y termina por demostrarse su falsedad simplemente por incoherencias en la historia narrada. También cabe destacar que en este texto se hace referencia a ella como «Emma Calvet» y no como «Emma Calvé«.
Era 1962.
1967 – Segunda mención
Avanzamos ahora hasta 1967, tan solo 5 años después de la primera mención, aparece uno de los libros míticos de este asunto, «L’or de Rennes» publicado por Gerard de Sède aunque en realidad se trata de un libro escrito por Pierre Plantard, publicado «bajo el nombre» de Gerard de Sède tal como nos indica el contrato con la editorial. En sus páginas iniciales nos muestra un imagen de Calvé y al narrar la historia del sacerdote y los supuestos pergaminos encontrados en la iglesia y como el Obispo Billard, en 1891 lo envía a París a conocer a Emile Hoffet, podemos ver en la página XX, tras esbozar un poco la vida de la cantante dice lo siguiente mientras lo acompaña de la siguiente nota al pie:
«En París, Bérenger Saunière descubrió no sólo la pintura, sino también la música. Cierto es que Erato se le presentó con un rostro no carente de atractivo. Aquella época tenía su Callas, que se llamaba Emma Calvé y era mujer de gran belleza. Emma Calvé había debutado nueve años antes en Bruselas, en el Fausto de Gounod, y aquella Margarita de veinticuatro años había causado inmediatamente sensación por su extraordinaria voz de soprano y su modo de representar, lleno de audacia. Acababa de regresar de Londres, consagrada como la más grande de las cantantes en vida; la reina, que la había oído en Carmen, la había invitado a Windsor y había hecho esculpir su busto. En aquellos momentos, y entre dos giras triunfales, Emma Calvé estaba en París, donde Massenet componía Safo para ella. ¿Cómo pudo ocurrir que, apenas llegado a la capital, el mísero cura de Rennes-le-Château fuese recibido en casa de la diva? Muy difícil nos sería decirlo[16]. Pero el hecho es que lo fue, y tanto, que muy pronto la cantante tuvo empeño en demostrarle que, fuera de la escena, ella nada de común tenía con la poetisa de Lesbos. Sus amoríos, que fueron del dominio público, habían de durar varios años.»
«[16] Quizá fuera Hoffet quien puso en relación a Emma Calvé y Sauniére. En efecto; Hoffet y la cantante eran ambos íntimos del compositor Claude Debussy, en casa del cual pudieron así haberse conocido Emma y Bérenger.«
Únicamente con esta afirmación (En efecto; Hoffet y la cantante eran ambos íntimos del compositor Claude Debussy) el mito entre Saunière y Emma Calvé se derrumba, por lo que no solo era imposible que en 1891 Sauniere fuera recibido en casa de la Diva o que Hoffet tuviera algo que ver con el descifrado de los pergaminos y este último fuera el enlace, es que conocemos con seguridad que Emile Hoffet, nacido en 1873, no fue nombrado sacerdote hasta 1897 con 24 años, ni siquiera era sacerdote, ni estaba en París y mucho menos alternando en Cabarets con Calvé y Debussy…. era un chico seminarista que vivía en Lorena, de tan solo 18 años.
Por lo que la suposición de la nota 16 «Quizá fuera Hoffet quien puso en relación a Emma Calvé y Sauniére.» se cae por su propio peso y, la afirmación «En efecto; Hoffet y la cantante eran ambos íntimos del compositor Claude Debussy«, no digo que no fuera posible esa amistad en años posteriores, digo que en 1891 era imposible, por lo que toda la trama cae por su propia incoherencia en las fechas, así que no es posible que Emile Hoffet fuera quien presentara a Saunière a la renombrada cantante Emma Calvé y esta le atendiera en su casa.
Pero también se vuelve a indicir en aquella sugerencia de Charroux, la relación entre Saunière y Calvé se sugiere de forma sutil:
«Cierto es que Erato se le presentó con un rostro no carente de atractivo.»
«…la cantante tuvo empeño en demostrarle que, fuera de la escena, ella nada de común tenía con la poetisa de Lesbos.»
Recapitulemos, analizado solo hasta la página XX de libro, ahora mismo, conociendo lo expuesto, ya no es viable ni el descifrado de los pergaminos ni la amistad con Saunière. Sigamos a ver hasta donde crece el embrollo.
Sigamos suponiendo que Saunière viajó a París y reparemos en como aumenta exponencialmente la amistad entre la cantante y el sacerdote de una forma inverosímil. La siguiente referencia dentro de «L’or de Rennes» hacia Calvé aparece en la página XX donde leemos lo siguiente:
«La villa Béthanie está siempre llena. En ella se codean sacerdotes como el lazarista Ferrafiat, notables de la región, invitados venidos de París, como el secretario de Estado de Bellas Artes, Dujardin-Baumetz; bellas damas, grandes señoras: Emma Calvé, naturalmente, pero también la literata Andrée Bruguière, que no vacila en hacerse llamar vizcondesa de Artois, y la muy auténtica marquesa de Bozas.»
De repente Calvé, ya se encuentra entre los asistentes a las «supuestas fiestas» que realizaba el cura en Villa Bethania, pero es más, continua aportando como dato fidedigno a estas «fiestas» una factura con fecha 1 de Noviembre de 1900:
«Todo está previsto para ofrecer a esta abigarrada compañía una estancia encantadora: una sirvienta de delantal blanco y bonete tubular sirve el marsala, la malvasía y el tokay. Las bebidas se consumen en abundancia; las cuentas de Saunière dan fe de ello: «1.° de noviembre de 1900: un barril de ron de la Martinica en caja ABC n.° 1031: 45 litros a 2 francos = 90 francos. 50 litros de ron a 2,35 francos = 117,50 francos (ron perfecto, casi histórico). 33 litros de vino blanco Haut Barsac. 33 litros de malvasía, 17 litros de quinquina dorado, 53 litros de vino de Banyuls, 12 litros de moscatel.»
Lo curioso de esto, no solo es que no existe constancia documental de esta factura que «se consultó» en 1967, lo más significativo es la fecha, 1º de noviembre de 1900 (tampoco existe nada similar en noviembre de 1901, 1902, 1903…). Villa Bethania recibió su primera piedra un 3 de junio de 1901 y su última piedra en mayo de 1905. Yo diría, que es imposible celebrar fiestas privadas con «ron perfecto (casi histórico)», vino, mujeres famosas y adineradas de París junto a curas poco célibes en noviembre de 1900 una casa que no estaba construida…
Unas páginas más adelante llega a decir que, algunos dicen que la fortuna del abad provenía de Emma Calvé y en el mismo párrafo comenta que eso no es posible, pues entre ellos, no hubo más que un encuentro en París y algunas estancias en Villa Bethania, pero ¿no nos había dicho antes que se le presentó Erato a Saunière en forma de Emma Calvé?, y que ¿la cantante estaba empeñada en demostrarle a Saunière que no tenía nada que ver con la poetisa de «lesbos»?:
«También se afirmó que la fortuna del cura provenía de la generosidad de Emma Calvé. Esta explicación no es más verosímil que la precedente. En efecto: aunque notorias, las relaciones de Bérenger con la cantante fueron intermitentes. Un encuentro en París y unas cuantas estancias de Emma en Rennes-le-Château: eso es todo. En la época en que Saunière lleva un gran tren de vida, Emma Calvé se halla en los Estados Unidos, donde permanecerá cuatro años. En 1914 pone fin a sus relaciones con Bérenger casándose con el tenor Gasbarri; no es, por tanto, de pensar que hubiese prometido, tres años después, financiar las obras grandiosas que el cura se proponía emprender. Por lo demás, carece de todo fundamento atribuir a la cantante una prodigalidad y unos recursos ilimitados y a nuestro personaje un papel tan feo.»
Así que desde aquella primera mención de Robert Charroux en 1962 donde se sugiere el nombre de Calvé como una de las posibles bellezas que robó el corazón del cura, hemos visto como en solo 5 años después, en el libro de G. de Sède, ya se da por hecho su implicación en toda la trama, con fechas imposibles, mezclada con la falsa historia de Hoffet y manteniendo la idea de un posible romance entre ellos y, se dan como ciertas varias visitas de la cantante a RLC a celebrar fiestas – con ron casi perfecto – en una mansión que… no estaba construida.
Pero la historia, todavía se verá ampliada varios años después, sirviéndose de esta falsa base pasamos al año 1982, al best-seller «El enigma sagrado» de Henry Lincoln, Michael Baigent y Richard Leigh, donde de nuevo, Calvé entra en escena, esta vez con una historia tan elaborada como falsa y siempre con la base y las ideas expuestas en «L’or de Rennes».
1982 – Tercera mención
La aparición de «El enigma sagrado» le da a la historia de Emma Calvé una nueva vuelta de tuerca, donde se incide de nuevo en la relación imposible entre Calvé, Saunière y Hoffet.
Algo curioso, el primer párrafo de «El enigma sagrado» que habla de Calvé – pág 30 y 31, está claramente inspirado en el primer párrafo de «L’or de Rennes» ya que de nuevo incluye la comparación con María Callas pero aquí ya encontramos algo sorprendente con relación a Hoffet, al parecer los autores del libro conocen el dato que Hoffet era muy joven y en esa época ni siquiera era sacerdote pero, es lógico pensar que si conocían el dato de que en 1891 Emile Hoffet era un joven que «se estaba preparando para el sacerdocio» , debían conocer que, en esos momentos no tan solo tenía 18 años y se preparaba para el sacerdocio, si no que también se encontraba viviendo y «preparándose» para sus estudios sacerdotales en Lorena y no estaba en París codeándose con la jet set del esoterismo.
Aún así, los mistificadores, no cabe otro nombre tras lo observado, omiten ese dato, se menciona únicamente su «preparación para el sacerdocio» y a su corta edad, se le añaden 2 años, pasa de 18 a 20 y a pesar de ser un estudiante que se está preparando, se le atribuyen cualidades de doctorado y algo interesante, se le empieza a relacionar con círculos esotéricos, con una edad y en un lugar que no le corresponde:
Entre éstas las principales eran el abad Bieil, director general del seminario de Saint Sulpice, y Émile Hoffet, sobrino de Bieil. A la sazón Hoffet se estaba preparando para el sacerdocio. Aunque sólo tenía poco más de veinte años, ya se había labrado una impresionante reputación por sus conocimientos, especialmente en lo que se refiere a la lingüística, la criptografía y la paleografía. A pesar de su vocación pastoral, se sabía que estaba inmerso en el pensamiento esotérico y que mantenía relaciones cordiales con los diversos grupos, sectas y sociedades secretas, orientados todos ellos al ocultismo, que estaban proliferando en la capital de Francia. Debido a ello había entrado en contacto con un ilustre círculo cultural al que pertenecían figuras literarias como Stéphane Mallarmé y Maurice Maeterlinck, así como el compositor Claude Debussy. También conocía a Emma Calvé, que, en el momento de la llegada de Sauniére a París, acababa de dar una serie de recitales triunfales en Londres y en Windsor. Como diva, Emma Calvé era la María Callas de su época. Al mismo tiempo era la suma sacerdotisa de la subcultura esotérica de París, y tenía relaciones amorosas con cierto número de ocultistas influyentes.
Es cierto que Hoffet, sobre la década de 1920 tenía (o pudo tener) relaciones con ciertos personajes esoteristas de su época como René Guénon, ya que sabemos que colabora con la revista Regnabit entre los años 1921 y 1929 con la publicación de diversos artículos sobre simbolismo cristiano pero, si esas relaciones existieron o fueron más allá de la inquietud de conocimiento de Hoffet, declarado por el mismo como alguien de espíritu romano, que ama al papa y al la Santa Iglesia, parecen demasiado arriesgadas como para afirmarlas y menos relacionándolo 30 años antes con Saunière y Calvet en París.
Veamos ahora como lo imposible sigue narrándose como cierto; convertido ya el joven Hoffet en «esoterista», se hace lo mismo con la diva y Calvé es presentada como «la suma sacerdotisa de la subcultura esotérica de París» vinculada con Hoffet a ciertas sociedades secretas. Acto seguido, sin ningún dato ni documento, Calvé se convierte en amante de Saunière y entre otras, en una turista más de los alrededores de RLC:
«Lo que sí sabemos es que aquel cura provinciano fue muy bien acogido por el distinguido círculo de Hoffet. Incluso se ha dicho que llegó a ser amante de Emma Calvé. Los chismosos de la época hablaban de una aventura entre los dos, y un conocido de la cantante dijo que a ésta le «obsesionaba» el cura. En todo caso, no cabe la menor duda de que disfrutaron de una amistad íntima y duradera. En los años siguientes ella le visitó con frecuencia en los alrededores de Rennes-le-Cháteau, donde hasta hace poco aún cabía ver en las rocas de la ladera unos corazones grabados con las iniciales de ambos.»
La siguiente aparición de la cantante es en la página 33 del libro y vuelve hacer referencia a la estancias de Calvé en Villa Bethania o como dicen ellos «el inaccesible nido de águilas»:
En su remoto y casi inaccesible nido de águilas recibió a varios huéspedes notables. Uno de ellos, huelga decirlo, fue Emma Calvé.
Recapitulemos.
En 1962, Robert Charroux nos avanza únicamente dos palabras, un nombre, sugiere en primicia el nombre de Emma Calvé como visitante de Villa Bethania sin aportar ningún documento que corrobore lo expuesto.
En 1967, la Diva se convierte en visitante de Villa Bethania, amiga de Hoffet y probable amante del cura.
En 1982, se amplía la historia, dando indicios que conocen que Hoffet era un estudiante de 18 años, Saunière conoce a Hoffet, este en su gran círculo esotérico le presenta a Calvé, surge el amor y la cantante visita Villa Bethania, RLC y sus alrededores pero se hace mucho más hincapié en una idea lanzada en 1967 por de Séde – donde mofándose de los buscadores de tesoros, dice que el secreto de RLC está en el simbolismo rosacruz que esta secta introdujo en el decorado de la iglesia y que el mensaje va mucho más allá de un tesoro material – y a partir de aquí trata de vincular a Calvé y por ende a Saunière con todo tipo de personajes esotéricos-famosos, mediante falacias tipo:
A– Calvé conocía a Debussy.
B– Calvé conocía a Saunière.
C– Saunière conocía a Debussy (probablemente)
Ya tenemos el caldo perfecto y de aquella primer sugerencia hemos pasado a una historia muy elaborada, con personajes reales y sociedades secretas pero sin validez ni lógica alguna.
Ahora la clave del misterio
1985 – El cromo
Para el centenario de la entrada a RLC de Saunière como párroco en 1985, Antoine Captier y Claire Corbu, hija de Noel Corbu, el empresario que montó el Hotel-retaurante en la década de los 50 y herederos de todos los documentos del cura, publican un libro mostrando los documentos originales, cartas, facturas, diarios de misas, diarios personales, etc… «L’Heritage de l’abbé Sauniere» y de la página 63 a la 66, muestra la documentación perteneciente a Calvé, un cromo de una chocolatina encontrado entre las pertenencias de abad. Este cromo no estaba solo, iba acompañado de otro cromo de otra diva de la época «Emma Eames».
Ahora cobra sentido aquella primera frase en el año 1962 de Robert Charroux donde nos decía que «otras bellezas comparten el corazón del nuevo millonario», pues el cromo de Calvé no estaba solo, estaba con otra diva de la ópera como fue «Emma Eames».
Captier y Corbu pronuncian algo muy esclarecedor sobre este tema y que servirá para cerrar el artículo:
