Interesante documento que muestra unos vitrales de la iglesia parroquial de Saint François de Sales en Boulogne Sur Mer y que fueron destruidos en la Segunda Guerra Mundial. Se trata de «la reliquia de la Santa Sangre«.
La tradición explica que esta reliquia fue conseguida por el mismo Godofredo de Bouillon (Conde de Boulogne) cuando tomó la ciudad de Jerusalen quien ilusionado por tal hallazgo se la dió a su hermano Eustaquio quien sería el encargado de traerla hasta Boulogne para hacersela llega a su madre, la Condesa Ida, como regalo de Godofredo.
Desde aproximadamente el 1097-1098 d.C, cada año la reliquia era llevada en procesión desde la Catedral de Notre-Dame (antigua) a la iglesia llamada «la capillita». Al llegar la revolución en 1791 d.C la reliquia fue ocultada y se perdió el rastro de ella hasta el año 1856 que fue devuelta por una familia que según cuentan se exilió tras la Revolución y quien se la entregó al Doyen Lecompte de la Iglesia de Saint-Nicolas y la historia continua explicando que la «santa providencia» quiso que Mgr. Leuillieux restaurara el antiguo lugar donde se veneraba la reliquia y donde unicamente quedaban algunas estatuas. Una vez restaurado el culto, en 1858, recibió la reliquia perdida de manos del Doyen. Mgr Leuilleix, en una maniobra muy inteligente y justo el día de la inauguración sorprendió a todo el mundo en medio del discurso de inauguración mostrando la reliquia perdida durante tanto tiempo, cosa que hizo que los asistentes estallaran de jubilo y Leuillieux fuera aclamado por todos.
Los vitrales conmemoran este hecho.