Un especialista en la historia de la francmasonería nos demuestra la imposibilidad de la pertenencia del cura Saunière a esta sociedad iniciática. Hará falta por lo tanto que los autores que como consecuencia de Gérard de Sède, presentaban y defendían esta tesis sin fundamento, tengan en cuenta obligatoriamente este artículo.
Muchas veces, en las diferentes obras publicadas – con más o menos acierto – sobre el apasionante enigma de Rennes-le-Château, uno ve aparecer el nombre de la Francmasonería o mejor dicho, se hace mención a varios elementos que se relacionarían con esta Sociedad iniciática.
Cabe mencionar que nuestros buenos autores no sólo no han buceado en las mejores fuentes, sino que hacen de “la Masonería y de la historia masónica” una idea lejana, lo que en este asunto, sólo puede acabar en errores, invenciones y confusiones que llevan a los investigadores hacia pistas falsas.
En el contexto de este artículo, hemos tenido que tomar una decisión. En efecto, no es posible examinar detalladamente todos los puntos de la historia sobre la simbología masónica que se nos revela en el curso de nuestras lecturas: una revista completa de “Cahiers de Rennes- le-Château” no bastaría para eso. Hemos elegido para ello el último libro de Gérard de Sède.
“Rennes-le-Château, le dossier, les impostures, les phantasmes, les hypothèses” editado por Robert Laffont, en abril de 1988.
¿Porqué esta elección? Simplemente porque Gérard de Sède es, nos guste o no, el “iniciador” en la materia, la inmensa mayoría de sus epígonos retoman sin verificar sus afirmaciones. Su última obra se considera la más terminada sobre este tema y el autor no es que afirme que “retoma la palabra para devolver un poco de claridad a unos acontecimientos que resultan un embrollo sin motivo”. La desgracia es que lejos de rectificar su obra, Gérard de Sède repite sin pestañear los grabísimos errores que encontramos en su obra “Le vrai dossier de l’énigme de Rennes, réponse à M. Descadeillas” publicada en 1973 por ediciones “L’octogone”, así como también en su libro “Signé Rose+Croix” publicado en 1977 por ediciones “Plon”.
Todo esto deja una sensación desagradable, de un trabajo descuidado y escrito apresuradamente, al contrario de lo que el autor asegura mientras pretende hacernos creer que su última producción es el resultado de veinte años de reflexiones y nuevas investigaciones.
Hablemos claro, estamos tremendamente decepcionados de su lectura pero ya no solo por que no aporte nada nuevo, no es solo por eso, si no que se nos presenta una hipótesis todavía más inverosímil que todo lo que había escrito hasta el momento, es que no se tomó ni la molestia de verificar lo que había escrito quince años atrás, prueba de una incompetencia manifiesta y de una falta de método de investigación flagrante.
Es evidente que un conocimiento real de la historia de la masonería no le habría permitido establecer sus afirmaciones acerca de un enigma “ocultisma” en Rennes-le-Château que tomaría el relevo al “enigmático tesoro” que resulta más difícil de desarrollar pues, las especulaciones se comprueban sobre el terreno… y cuando nunca se encuentra nada sobre el terreno, remarcamos este punto, es más fácil embarcarse en pistas más “sutiles” y de imposible verificación.
Acabado este prólogo, dividimos nuestro trabajo en tres partes asimismas de tamaño distinto:
1 – La historia masónica vista por Gérard de Sède.
2 – Sobre algunos puntos de simbología masónica.
3 – Sobre la supuesta pertenencia masónica de Bérenger Saunière y de Ernest Cros.
Una última puntualización: para no aludir nuestro propósito quisimos limitarnos a la francmasonería y dejar a un lado las sociedades secretas ocultistas citadas por Sède. Volveremos a ellas en un artículo próximo.
1 – La historia masónica vista por Gérard de Sède.
Es en la tercera y última parte de “Rennes-le-Château, le dossier, les impostures, les phantasmes, les hypothèses” que nuestro autor hace intervenir a la francmasonería calificada como “escocesa”. En la página 193, nos menciona el nombre del caballero Ramsay, pues bien, sepamos que nace en Ayr, en Escocia en 1686, no podemos calificarlo de “francmasón venido de Escocia” pues esto se presta a confusión, el caballero Ramsay vivió más tiempo en Francia que en su país, del que parte en 1708.
Por otro lado, la fecha de su iniciación presenta un problema. Disponemos de un registro de su recepción como francmasón en marzo de 1730 en la logia “Horn” de Londres, logia donde el duque Richmond fue venerable.
No obstante es increíble encontrar referencias más o menos explicitas a los misterios de la Orden antes de esa fecha, sobre todo dentro de su obra aparecida en 1727 titulada “Les voyages de Cyrus”. Por ello no es extraño suponer que Ramsay fue iniciado con anterioridad, ¿donde? misterio, pero visitó una logia inglesa de rito moderno practicando la masonería del pastor Anderson.
Este enfoque nos parece más lógico que no el de un Ramsay francmasón escocés apareciendo desde la lejana Escocia para llevar la luz “auténtica” a sus hermanos franceses que le están esperando.
Esto nos lleva a evocar su famoso “Discours” cuya primera versión fue publicada el 26 de diciembre de 1736 en la logia Saint-Thomas de París y la versión definitiva en el mes de marzo de 1737. ¿Podemos hablar de un programa de reformas de la francmasonería francesa tal como escribe Gerard de Sede?
A lo sumo son ideas personales que Ramsay quería infundir en el seno de la Orden masónica. Pero no hay proposiciones precisas en el texto para entenderlo como una proposición al seno tal como se entendería en nuestros días. Ramsay se contenta en exponer consideraciones morales, para él, el Orden dado reposa sobre cuatro pilares: La Humanidad, la Moral pura, el Secreto y las Artes Liberales. Pero lo único que hemos retenido de su texto es la referencia a “nuestros ancestros los cruzados…” que, hablando claro, no se sirve de ningún elemento histórico.
Pero mucho más importante es el pensamiento subyacente, de este discípulo de Fénelon, para este hombre del partido devoto, un único propósito cuenta: “Hacer deísta al ateo, cristiano al deísta y católico al cristiano”.
Es decir, ni el Rito Escocés Rectificado Codificado entre 1778 y 1782 como el Rito Escocés antiguo y Aceptado, cuya denominación es posterior al 1800, y que podemos fijar su origen hacia 1760, no le deben nada a Ramsey muerto en 1743… ¿Acaso pretende Gérard de Sède tomar a sus lectores por ignorantes?
Continuamos con nuestro análisis de las páginas 193 y 194 ya que ofrecen la particularidad de condensar en pocas lineas un gran número de inexactitudes concernientes al Rito Escocés Rectificado.
¿Dónde ha visto Gérard de Sède que Saint-Martin, obispo de Tours fuera el “patrono” del grado de Caballero Benéfico de la Ciudad Santa, en el seno del Rito escocés Rectificado?
Este grado no era “el antes conocido como Escocés Rectificado de Saint-Martin”; de Sède lo mezcla todo, cierto es que hubo en Metz, en los años 1770 un grado supremo que era el de Escocés Rectificado de Saint Martin que estrictamente no tiene que ver nada con el de Caballero Benéfico de la Ciudad Santa. La confusión viene por el hecho de que hubo también un grado de Caballero de la Ciudad Santa en el seno de este capítulo de Metz, pero es capital comprender que en este caso, la Ciudad Santa de la que se hacía cuestión era Roma, mientras que en el seno del Rito Escocés Rectificado, se trata de Jerusalén, que sin ninguna duda no es lo mismo…
De todos modos, este sistema regional no tuvo ninguna influencia en la creación de Rito Rectificado; por lo que no podemos sacar conclusiones a causa de una similitud de términos en los diferentes regímenes masónicos de esta época y ver allí un estrecho vínculo entre ambos ritos mencionados anteriormente.
Sin embargo el error no llega solo, Gérard de Sède se enreda un poco más en la página 194 escribiendo una mentira que nos avergonzamos de informar.
¿Dónde ha leído que el convento des Gaules, que se establece en 1778 en Lyon había sido convocado a la iniciativa de Alexandre Lenoir? Este personaje (1761 – 1829) que será el futuro administrador del Museo de Monumentos franceses jamás perteneció a la masonería, aún así solamente pudo serlo bajo el Imperio y siempre dentro del Rito Escocés Filosófico que, sin ningún tipo de duda, nada tiene que ver con el Rito Escocés Rectificado. De nuevo, Gérard de Sède no se resiste a la tentación de efectuar teorías falaces según lo necesite su teoría.
El convento des Gaules es tenido en consideración por la iniciativa de la Logía de Lyon “La Bienfaisance” en noviembre de 1778; se trataba de promover una reforma de la Estricta Observancia Templaria, régimen masónico alemán, con el fin de inculcar allí las teorías de Martinez de Pasqually de las que los hermanos lioneses eran emuladores. Verdaderamente nos preguntamos cómo Gérard de Sède pudo presentar a sus lectores semejante fábula…
Además, Gérard de Sède afirma que Paul-Urbain de Fleury fue el venerable de la Logia de los “Enfants de la Gloire des Commandeurs du Temple” en Limoux y que había sido “Chevalier Bienfaisant de la Cité Sainte”. No hemos podido verificar si este Fleury figura en la Tabla de esta logia, pero de que si estamos completamente seguros es que esta logia jamás ha pertenecido al Rito Escocés Rectificado, se fundó el 26 de noviembre de 1772 por la “Parfaite Vérité des Commandeurs du Temple” en el Oriente de Carcassonne y practicaba el Rito Francés en vigor, de nuevo la mera existencia de esta logia es utilizada por Gérard de Sède para apoyar su teoría.
El problema es que esta región jamás ha tenido una logia de Rito Escocés rectificado, la más cercana se encuentra en Montpellier. Por el contrario hubo logias en Esperaza (“La Vraie Sagesse” fundada en 1767) y en Quillan (“La Sincère Amitié” fondée en 1784) pero, insistimos, sin ninguna vinculación con la masonería esotérica de las Logias rectificadas.
Concluyendo, conocemos los nombres de los poseedores del grado de “Chevalier Bienfaisant de la Cité Sainte” desde 1778 a la mitad del siglo XIX, ningún Paul Urbain de Fleury figuró allí jamás…
Continuamos con nuestra pesca de errores; en la página 198 se nos informa que el barón de Hund, fundador de la “Stricte Observance Templière” fue un consejero intimo de los Habsburgo. La realidad es muy diferente, al contrario, en 1769 el barón de Hund rehusó dirigirse a Viena ante la Emperatriz para asumir funciones importantes lo que le obligaría a ralentizar sus actividades masónicas. De Sede se equivoca, es cierto que Hund optó a los títulos de “Consejero de Estado” de la Emperatriz y también el de “Consejero intimo del Emperador”, pero jamás ocupó esos cargos; y me pregunto, además, como hubiera encontrado tiempo para ejercer…
En la página 203, podemos leer, no sin sorprendernos, que Martinez de Pasqually ¡estuvo en regimiento en Toulouse! El único problema es que este personaje en su vida fue militar. Una vez más la confusión es lamentable, de Sède confunde a Martinez y Louis-Claude de Saint-Martin que fue, en sus tiempos mozos, oficial de regimiento de la infantería de Foix, pero que se conozca, no estuvo en ningún regimiento de Toulouse.
En la página 204, menciona al marqués de Chefdebien como fundador de la sociedad secreta de los Philadelphos. Aquí hay de nuevo un grave error, nunca hubo una sociedad secreta pero si un rito masónico elaborado por el marques de Chefdebien y por su padre el vizconde de Chefdebien d’Aigrefeuille durante la década de 1780. Dentro de la historia de la masonería es conocido como el Rito Primitivo o Rito de los Philadelphos de Narbona.
Vamos a continuar dentro del campo de la francmasonería histórica para no sobrecargar este artículo y dejaremos a otros investigadores el placer de revelar otros errores que hemos dejado deliberadamente de lado, relacionado con los Ritos de Memphis y de Misram, sobre el “ocultismo languedociano”, etc…
Nuestra intención ha sido demostrar la poca credibilidad que uno puede darle a Gerard de Sede en este aspecto, un solo error derriba todo el entramado pero si son múltiples los errores eliminan por completo la credibilidad del autor de la teoría de “L’or de Rennes”.
2 – Sobre algunos puntos de simbología masónica.
La Iglesia de Rennes-le-Château constituye un bocado exquisito para nuestros aprendices de simbolistas entre los que figura Gérard de Sède. Celui-ci parle même de « l’église revisitée ». Que faut-il en penser ?
“Antes de entrar – escribe de Séde – el tímpano no hace otra cosa que intrigarnos: tiene forma de triángulo equilatero dentro del cual se alternan las rosas y las cruces” (página 190). Entonces continúa, “Triangulo es, como todo el mundo sabe, el nombre de una Logia”.
Desafortunadamente para de Sède, no es cierto, un triángulo en masonería, designa la reunión de tres maestros masones que no son el número suficiente para formar una logia, es una solución provisional que permite reunirse de manera informal en espera de la creación de un logia, es pues lo contrario que nos ha explicado Gérard de Sède.
En lo concerniente a la rosa y la cruz o la rosa-cruz, uno no puede decir que constituyen una exclusividad de la iglesia de Rennes, solo hace falta visitar otras iglesias…
¿Contiene el Vía Crucis símbolos masónicos de gran contenido espiritual? Juzgar vosotros, en la octava estación uno ve a una viuda y a un niño que lleva un manto escoces de color azul. Para nuestro autor no hay problema, los masones, es bien conocido, son los hijos de la viuda y el niño representa un masón escoces iniciado en los grados azules…
Pero precisamente la característica del grado “escocés” se sitúa “por encima” de la masonería azul, no es que sea exactamente un error, es que es una incoherencia de risa.
La expresión “Hijo de la Viuda” es de origen oscuro y se presta a multiples interpretaciones sin que nadie pueda saber cual es la correcta, pero no es evidente que exista una relación especial con los grados escoceses.
En la novena estación. Gérard de Sède vió la presencia de un caballero romano; muy bien ¿y? Ya hemos visto anteriormente que no se puede sab er so s etrata de Saint-Martin, obispo de Tours, y que de ningina manera existe un vinculo con el Grado de Caballero Benéfico de la Ciudad Santa del Rito Escocés Rectificado.
En la página 216 de su libro, Gérard de Sède considera que la iglesia de Rennes está dispuesta como un templo masónico….
Continuará…
Fuente: http://www.renne-le-chateau.com/fran_mac/franc_ma.html