
Uno de los primeros enigmas que nos encontramos al comenzar nuestra investigación y que existen entre los elementos del decorado en la pequeña iglesia de RLC, es “la enigmática frase” que aparecía bajo el relieve del altar (inscripción desaparecida hacia el año 1976 y restaurada recientemente [ref]Cahiers de RLC , Tomo X, pág. 20 – Perrussot [/ref] y que también encontramos de nuevo en el famoso pergamino largo o “pergamino Bergere”, del cual realizamos un exhaustivo análisis en nuestro libro, donde sus dos últimas líneas, en una especie de postdata podemos leer esta frase, creando un vínculo indiscutible entre la iglesia, el altar y el pergamino codificado:
Algunos autores, que no investigadores, han resaltado como “lo misterioso” de esta frase unos inciertos errores gramaticales y unos acentos que aparecen en la frase latina, ya que en esta lengua no se acentúan las palabras, no existían las tildes ni los signos de puntuación escritos.
El latín funciona con un sistema de acentuación sonoro que parte de tres reglas básicas y bastante sencillas. En primer lugar, este carece de palabras agudas a excepción de los monosílabos, el acento sonoro iba en la penúltima sílaba si esta era larga o, en caso contrario, el acento se desplazaba a la silaba anterior. Así obtenemos 3 grupos de palabras que se dividen en graves (o llanas), esdrújulas y agudas (monosílabos). Las puntuaciones de los textos latinos escritos han sido insertadas por los editores y traductores modernos, pudiendo variar de una época a otra y de un país a otro.
JÉSU.MEDÈLA.VULNÉRUM + SPES.UNA.POENITENTIUM.
PER.MAGDALENAE.LACRYMAS + PECCATA.NOSTRA.DILUAS.Jesús, medicina de las heridas + única esperanza de los penitentes
por las lagrimas de Magdalena + Perdona nuestros pecados
La frase “Jésu Medèla Vulnérum” hace ya algún tiempo que dejó de ser un enigma, pues es conocido que pertenece a los “Himnos a María Magdalena”, exactamente a las “Laudes” que se realizan por María Magdalena” durante su festividad el día 22 de julio.
En el ritual romano católico existe un rito conocido como “La liturgia de las horas”. Este acto litúrgico consiste en el rezo de unos salmos o cánticos siguiendo las horas canónicas. Por lo general estos “Sagrados oficios” son realizados desde monasterios y conventos.
Para la recitación de estas fórmulas salmódicas se requiere una serie de requisitos que son la entonación, el tenor, la cadencia y la flexa.
Todas ellas marcan el ritmo de recitación del salmo pero, las cadencias de estos cánticos en latín contienen esos “acentos sonoros” y cuya fórmula melódica debe adaptarse al último acento principal o secundario según la sonoridad del salmo y las reglas de acentuación del latín.
Para la transmisión de estos textos salmódicos por escrito existen dos formas de hacerlo, la que se conoce como “Rigurosa literal” o la “Perífrasis libre”.
La primera de ella, la “rigurosa literal”, se encarga de transmitir por escrito la traducción en latín utilizando el menor número de palabras posibles en su traducción, que está escrita con el máximo rigor sobre su gramática, es decir correctamente y sin tildes.
La versión parafrástica o “perífrasis libre” es otra forma donde esta rigurosidad y literalismo del texto en latín no existe y trata de hacer más comprensible su contenido a los fieles. En la biblioteca del monasterio de Montserrat existe un libro de 1846 titulado “Versión parafrástica, castellano-prosaica, con una de sus partes también en verso”, escrito por Don Narciso de Guindos, donde hace alusión que estas versiones están escritas para determinadas personas cuyo intelecto les impediría poder recitar correctamente los salmos como requiere este ritual. Citamos literalmente varios extractos:
“La falta de inteligencia que acerca de la lengua latina se advierte en muchas personas, el trabajo molesto que les debe costar, aun estando bien instruidas en ella, hacer la perfecta traducción de todos aquellos periodos que por lo dudoso de sus términos o por la licencia poética presentan la obscuridad de su verdadero sentido….
…. Me ha parecido conveniente añadir varios términos a los necesarios, no solo para la mayor inteligencia de las ideas, sino también para la más sonora cadencia y hermosura de las oraciones…”
Como el mismo autor nos explica en el prólogo de esta versión parafrástica, los salmos están acentuados en su fórmula latina “para la más sonora cadencia y hermosura de las oraciones” y esta sonoridad viene determinada por los acentos y, como apuntábamos anteriormente, estos varían según los autores y traductores modernos, en función de la lengua vernácula del lugar donde sean recitados.
Estos salmos son fórmulas hechas donde se sustituye el nombre al cual van ofrendados. Por ejemplo, en castellano encontramos un salmo en su versión parafrástica y enfatizada con acentos cerrados, aunque en este caso son las laudes a Santa Margarita:
Y en francés, tenemos este otro ejemplo, perteneciente a un Breviario Romano de 1774 en el cual encontramos precisamente las laudes a María Magdalena según las quiso interpretar su autor en su propia versión parafrástica:
Vemos cómo en este caso todos los acentos son cerrados, a diferencia de la frase del altar, pero también observamos en la misma obra, cómo el autor utiliza acentos abiertos, por lo que aún se evidencia más la libertad sobre la sonoridad que cada autor pretende establecer para el salmo en cuestión, dependiendo de su país y lengua propia elegir la mejor sonoridad y cadencia para los salmos recitados.
Esto nos indica que la frase aparecida bajo el altar, cuyos enigmáticos acentos y errores gramaticales nos han sido presentados como algo extraordinario y fuera de lo común, en realidad no son tales, sino que simplemente se trata de la frase escrita en una de sus versiones parafrásticas, ya que es uno de los mejores salmos que se adapta al relieve que tiene el altar, donde una Magdalena derrama lágrimas por su rostro. Si tenemos en cuenta esto, vemos cómo los acentos expuestos en la frase del altar, pertenecerían a la cadencia y pronunciación según los acentos en francés y la versión libre que de ella hiciera el autor, cerrados y abiertos.
Bibliografia
– Diurnal du bréviaire romain, suivant la réformation du saint concile de Trente, imprimé par le commandement du S. pape Pie V, revu et corrige per le papa Clément VIII et par le pape Urbain VIII, 1774.
– Don Narciso de Guindos, Versión parafrástica, castellano-prosaica, con una de sus partes también en verso, 1846.
– Antiphonarium / juxta breviarium Romanum ex decreto sacro-sancti concilii Tridentini, PII V. 1699